¿Por qué surge el RGPD?

Los orígenes de lo que hoy se ha consolidado como el RGPD lo encontramos a mediados del siglo XX con el crecimiento de la informática y el almacenamiento digital. En los años 70, varios países europeos empezaron a promulgar sus propias leyes nacionales de protección de datos, como respuesta a las crecientes preocupaciones sobre la privacidad derivadas del uso masivo de datos personales por parte de gobiernos y empresas. No obstante, estas leyes variaban considerablemente entre los estados, lo que generaba inconsistencias y dificultades para la protección efectiva de los derechos de los ciudadanos en un mercado cada vez más globalizado.

Finalmente, el RGPD entró en vigor el 25 de mayo de 2018 para establecer un marco legal único y obligatorio para todos los Estados miembros de la UE. Su objetivo principal era reforzar y unificar la protección de datos para todas las personas dentro de la UE, devolviendo a los ciudadanos el control sobre sus datos personales y garantizando la seguridad y la privacidad en un entorno digital cada vez más complejo. Además, el RGPD impuso nuevas obligaciones para las empresas, tanto dentro como fuera de la UE, que tratan datos de ciudadanos europeos, asegurando que las mismas normas se apliquen de manera coherente en todo el continente.

Esta unificación era necesaria no solo para proteger los derechos de los ciudadanos, sino también para garantizar un mercado digital europeo competitivo y equitativo.